martes, 15 de mayo de 2012

Correr.Jean Echenoz.

En los juegos internacionales de Berlín,en 1946,al ver detrás del cartel de Checoslovaquia a un solo atleta desmañado,todo el mundo se ríe.Y cuando ese atleta,que no se ha percatado de que lo convocan para participar en su prueba,atraviesa el estadio como un loco gritando y agitando los brazos ,los peridistas sacan veloces sus libretas.Pero después ,cuando en los cinco mil metros y ya con una vuelta de ventaja acelera sin parar y cruza la meta en solitario,las ochenta mil espectadores estallan en un clamor.

El nombre de ses muchachote rubio que siempre sonríe no lo olvidaran nunca:Emil Zatopek.Su aire docil y amable es una trampa:desde que descubrió que correr le gusta,ya nadie ha pododo pasarlo.El hecho es que siempre quiere saber hasta dónde se puede apurar.El estilo no le importa :corre como un excavador,la cara deformada por un ristus,sin aspirar a la elegancia.Es simplemente un motor excepcinal sobre el que se han olvidado de montar la carrocería.

En pocos años y dos olimpiadas,Emil se convierte en invencible.Nadie puede pararlo:ni siquiera el regimen checoslovaco,que en vano los espía,limita sus traslados y distorsina sus declaraciones.Emil corre siempre.Corre contra su decadencia y sonríe,Incluso en las minas de uranío a donde lo destierran,y sonríe.Porque ha apoyado a Dubcek,y también mientras sigue con  breves  zancadas el camión que recoge la basura de Praga.Ni siquiera Moscú puede pararlo.

1 comentario:

  1. Juan Ramón, no he leído el libro, pero si li ha recomendado Laura, seguro que es interesante. Lo que veo es que debes hacer un trabajo más personal, una redacción que sea fruto de tus reflexiones y opiniones que te sugiera la lectura.
    Ánimo y céntrate en el estudio, ahora que llegamos al final.

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