martes, 26 de febrero de 2013

El manuscrito carmesi. Antonio Gala.

En los papeles carmesis que empleó la Cancillería de la Alhambra, Boabdil(el ultimo sultán) da testimonio de su vida a la vez que la goza o la sufre. La luminosidad de sus recuerdos infantiles se oscurecerá pronto, al desplomársela sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado. Su formacion de príncipe refinado y culto no le servirá para las tareas de gobierno; su actitud la lírica fatídicamente una épica llamada a la derrota. Desde las rencillas de sus padres al afecto profundo de Moraima o Farax; desde la pasión por Jalib a la ambigua ternura por Amín y Amina; desde el abandono de los amigos de su niñez a la desconfianza en sus asesores politicos; desde la veneración por su tío el Zagal o Gonzalo Fernandez de Cordoba al aborrecimiento de los Reyes Católicos, una larga galería de personajes dibuja el escenario en que se mueve a tientas Boabdil el Zogoibi, el Desventuradillo. La evidencia de estar viviendo una crisis perdiad de antemano lo transforma en un campo de contradición. Siempre simplificadora, la Historia acumuló sobre él acusaciones que se muestran injustas a lo largo de su relato, sincero y reflexivo. La culminación de la reconquista(con sus fanatismos , crueldades, sus traiciones y sus injusticias) sacude como un viento destructor la crónica, cuyo lenguaje es íntimo y apeado: el de un padre que se explica ante sus hijos, o el de un hombre a la deriva que habla consigo mismo hasta encontrar(desprovisto, pero sereno) su ultimo refugio. La sabiduria, la esperanza,el amor y la religión sólo a ráfagas le asisten en el camino de la soledad, Y es ese desvalimiento ante el destino lo que lo erige en símbolo válido para el hombre de hoy. Esta novela obtuvo el Premio Planeta 1990.

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